Esta noche, veo el cielo nocturno.
Me deslumbra su belleza, su semblante dotado de estrellas. Ellas brillan lejos en su hermosura, impávidas ante mi dolor. Me llenan de alegría, pero a la vez me hacen sentir una profunda tristeza que no me abandona. Trato de ocultarlo, pero mi alma está herida.
En medio de la noche, mi mente se llena de dudas. Una pregunta en particular se aferra a mí y no me deja tranquilo.
¿Por qué estamos tan solos y separados?